Mis queridos hermanos y hermanas de la provincia Ildefonso de las Muñecas, en La Paz, Bolivia donde caminé por un corto periodo de mi vida, pero que me llenaron de amor y respeto.
Aquí desde el pueblito de Titicachi, los Hermanitos del Evangelio junto a una red de voluntarios, realizaron una gigantesca promoción humana, buscando la superación de cada una de las personas que viven en los valles respetando generosamente la cultura Mollo, que le da la trascendencia a cada una de las actividades y rubrica lo bello, lo comunal, lo familiar de estas valientes mujeres altoandinas.
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