...es la que arde...
Hoy recibí este mensaje en mi novísima cuenta del pajarito azul, (ah, por si quieren seguirme: @turcoif) y mas que enojarme contra el mensaje, me puse a pensar en el emisor, creo que antes que una provocación es un pedido de auxilio, un S.O.S. de las sociedad a que despertemos y hagamos caso al mandato de nuestro Bienamado hermano y Señor Jesús y que recoge Lucas 12, 49-53: "He venido a
traer fuego sobre la tierra y ¡cuánto desearía que ya estuviera ardiendo!..."
"La única iglesia que ilumina es la que arde" y otras provocaciones del arte contemporáneo http://goo.gl/JbnLX1
Creo que los amigos que dicen estas cosas nos reclaman ante todo ser esas ascuas urgentes y necesarias en este mundo tan pobre, indiferente y egoísta, pensemos en nuestras comunidades, en nuestras capillas, ¿arden? si no arden están lejos del maestro....
Les comparto una reflexión de Benedicto XVI:
"Hay una pasión
nuestra que debe crecer desde la fe, que debe transformarse en el fuego de la
caridad. Jesús nos ha dicho: He venido para echar fuego a la tierra y como
querría que ya estuviese encendido.
Orígenes nos ha transmitido una palabra del
Señor: "Quien está cerca de mí está cerca del fuego". El cristiano no
debe ser tibio.
El Apocalipsis nos dice que este es el mayor peligro del
cristiano: que no diga no, sino un sí muy tibio. Esta tibieza desacredita al
cristianismo.
La fe tiene que ser en nosotros llama del amor, una llama que
realmente encienda mi ser, que sea una gran pasión de mi ser, y así encienda al
próximo. Este es el modo de la evangelización: "Accéndat ardor
próximos", que la verdad se vuelva en mí caridad y la caridad encienda
como fuego también al otro.
Sólo con este encender al otro por medio de la
llama de nuestra caridad crece realmente la evangelización, la presencia del
Evangelio, que ya no es sólo palabra, sino también realidad vivida.
(Benedicto
XVI, 9 de octubre de 2012).
Así que la próxima
vez que veamos esta frase pintada en las paredes, escritas en un panfleto, en
un periódico, o en las redes sociales, pensemos que es un grito de nuestra
sociedad a que despertemos y tomemos en serio nuestro nombre de Cristianos como
los hermanos de medio oriente, ni más ni menos.
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