Es quizás la
más sublime imagen del juicio final, como
confrontación silenciosa con la inocencia de Dios.
Hazme transparente a tu presencia y enséñame a ser la sonrisa de tu bondad |
Este es nuestro Dios.
No una
amenaza, sino un límite,
no una
prohibición, no una venganza, sino el
Amor arrodillado
que
eternamente espera el consentimiento de nuestro amor.
Sin el cual el
Reino de Dios no puede constituirse y ni establecerse…
Todo lo
contrario de lo que uno se imagina.
Señor, ayúdame
a llegar a ser un hombre y hacer de mi vida un espacio ilimitado
donde el mundo
entero pueda ser acogido, donde toda creatura se sienta ennoblecida
y donde se
respire finalmente tu presencia,
Hazme
transparente a tu presencia y enséñame a ser la sonrisa de tu bondad
Si yo pudiera
resumir toda mi fe, que se encuentra verdaderamente allí:
Creo en la
vida de otro en mí
Creo en el
riesgo infinito de Dios
Creo en la
tragedia eterna del Amor crucificado
Creo en la
fragilidad de Dios,
porque si no
hay nada más fuerte que el Amor. No hay nada más frágil.
Maurice Zundel
No hay comentarios :
Publicar un comentario