Gracias querido Francisco, estas verdades la tengo muyyyyy interiorizadas, pero a veces me las cuestiono y cuestiono a los que están cerca de mi.
Gracias por afirmar la predica del amor, pleno amor y solo amor alejado de tantas "questiones" que les ponemos especialmente a los mas pobres: que no pueden, que no deben, que hay que cantar esto o aquello, que hay que acercarse a Dios de determinada manera, tantas "ADUANAS" para cobrar que????? gloria para el ego??
Gracias Francisco por afirmar en mí aquello de nuestro amado poverello "... Evangelio sine glosa", la teología desnuda de caridad y de "puro libro" no sirve para nada!!!! no nos acerca a Dios y menos a los hermanos y hermanas.
Gracias por ser tan simple, directo y cercano especialmente con los mas sencillos, te acompañamos en la creación de: "una Iglesia pobre y para los pobres...." para ello cuenta y cuenten con este pobre fraile perdido en estas pampas.-
Gracias por afirmar la predica del amor, pleno amor y solo amor alejado de tantas "questiones" que les ponemos especialmente a los mas pobres: que no pueden, que no deben, que hay que cantar esto o aquello, que hay que acercarse a Dios de determinada manera, tantas "ADUANAS" para cobrar que????? gloria para el ego??
Gracias Francisco por afirmar en mí aquello de nuestro amado poverello "... Evangelio sine glosa", la teología desnuda de caridad y de "puro libro" no sirve para nada!!!! no nos acerca a Dios y menos a los hermanos y hermanas.
Gracias por ser tan simple, directo y cercano especialmente con los mas sencillos, te acompañamos en la creación de: "una Iglesia pobre y para los pobres...." para ello cuenta y cuenten con este pobre fraile perdido en estas pampas.-
Que cuántos se acercan a la Iglesia encuentren las puertas abiertas y no controladores de la
fe: es lo que ha dicho el Papa esta mañana durante la Misa en Santa Marta.
Concelebró el cardenal Agostino Cacciavillan, presidente emérito de la
Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica. Estaba presente un grupo
de sacerdotes.
Que cuántos se acercan a la Iglesia encuentren las puertas abiertas |
El Evangelio del día nos habla de Jesús que
riñe a los discípulos porque quieren alejar a los niños que la gente lleva al
Señor para que los bendiga. “Jesús los abrazaba, los besaba, los tocaba, a
todos. Pero Jesús se cansaba mucho y los discípulos querían impedirlo. Y Jesús
se indignaba: “Jesús se enfadaba, algunas veces”. Y dice: “Dejad que vengan a
mí, no se lo impidáis. Porque de quien es como estos es el Reino de Dios”.
“La fe del
Pueblo de Dios– observa el Papa – es una fe sencilla, es una fe quizás sin
tanta teología, pero con una teología dentro que no se equivoca, porque está el
Espíritu detrás”.
El Papa cita
el Concilio Vaticano I y el Vaticano II, allí donde dice que “el pueblo santo
de Dios … no puede equivocarse al creer” (Lumen Gentium). Y para explicar esta
formulación teológica añade: “Si quieres saber quién es María ve al teólogo y
te explicará bien quién es María. Pero si quieres saber cómo amar a María, ve
al Pueblo de Dios y te lo enseñará mejor”. El pueblo de Dios – prosigue el Papa
– “siempre de acerca para pedir algo a Jesús: unas veces es un poco insistente
en esto. Pero es la insistencia del que cree”:
Ella tenía otra necesidad: la necesidad de ser tocada por el Señor |
“Recuerdo una vez, saliendo de la ciudad de
Salta, la Fiesta patronal, había una señora humilde que pedía a un sacerdote la
bendición. El sacerdote le decía: ‘¡Bien, pero señora usted ha estado en la
Misa!’ y le explicó toda la teología de la bendición en la Misa. Le hizo bien:
‘Ah, gracias padre; sí padre’, decía la señora. Cuando el sacerdote se fue, la
señora se dirigió a otro cura: ‘¡Deme la bendición!’. Y todas aquellas palabras
no le entraron, porque ella tenía otra necesidad: la necesidad de ser tocada
por el Señor. Esa es la fe que encontramos siempre y esta fe la suscita el
Espíritu Santo. Debemos facilitarla, hacerla crecer, ayudarla a crecer”.
El Papa cita después el episodio del ciego de
Jericó, que los discípulos reñían porque gritaba al Señor: “Jesús, Hijo de
David, ¡ten piedad de mí!”:
“El Evangelio dice que querían que no gritara,
querían que no gritara y él gritaba aún más, ¿por qué? ¡Porque tenía fe en
Jesús! El Espíritu Santo había puesto la fe en su corazón. Y ellos decían:
‘¡No, no se puede! Al Señor no se le grita. El protocolo no lo permite. ¡Es la
segunda Persona de la Trinidad! Mira lo que haces…’ como si dijeran eso, ¿no?”.
Y piensa en la actitud de tantos cristianos:
“Pensemos en los cristianos buenos, con buena
voluntad; pensemos en el secretario de la parroquia, una secretaria de la
parroquia… ‘Buenas tardes, buenos días, nosotros dos – novio y novia – queremos
casarnos’. Y en lugar de decir: ‘¡Pero qué bien!’. Dicen: ‘Ah, muy bien,
sentaos. Si queréis la Misa, cuesta tanto …’. Estos, en lugar de recibir una
buena acogida – ‘¡Es algo bueno casarse!’ – reciben esto: ‘Tenéis el
certificado de Bautismo, todo correcto …’. Y encuentran una puerta cerrada.
Cuando este cristiano y esta cristiana tienen la posibilidad de abrir una
puerta, dando gracias a Dios por este hecho de un nuevo matrimonio… Somos
muchas veces controladores de la fe, en lugar de ser facilitadores de la fe de
la gente”.
Es una tentación que está desde siempre –
explica el Papa – es la de “adueñarnos, apropiarnos un poco del Señor”. Y contó
otro episodio:
“Pensad en una madre soltera, que va a la
iglesia, a la parroquia y al secretario: ‘Quiero bautizar al niño’. Y este
cristiano, esta cristiana le dice: ‘No, tu no puedes porque no estás casada!’.
‘No, tu no puedes porque no estás casada! |
Pero
mire, que esta chica ha tenido el valor de seguir adelante con su embarazo y de
no ‘quitárselo de encima’, ¿qué encuentra? ¡Una puerta cerrada! ¡Esto no es
celo! ¡Aleja del Señor! ¡No abre las puertas! Y así cuando estamos en este
camino, en esta actitud, no hacemos bien a los demás, a la gente, al Pueblo de
Dios. Pero Jesús instituyó siete sacramentos, y nosotros con esta actitud
instituimos el octavo: ¡el sacramento de la aduana pastoral!”.
“Jesús se indigna cuando ve estas cosas” –
subraya el Papa – porque el que sufre es “su pueblo fiel, la gente que Él ama
tanto”:
“Pensemos hoy en Jesús, que quiere siempre que
todos se acerquen a Él; pensemos en el Santo Pueblo de Dios, un pueblo sencillo,
que quiere acercarse a Jesús; y pensemos en tantos cristianos de buena voluntad
que se equivocan y que en lugar de abrir una puerta la cierran …
Y pidamos al
Señor que todos los que se acercan a la Iglesia encuentren las puertas
abiertas, encuentren las puertas abiertas, abiertas, abiertas para encontrar
este amor de Jesús. Pidamos esta gracia”.
© Radio Vaticana
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