25 de abril de 2013

Villa Hipódromo.....

Lamentablemente en el barrio tenemos dos personas adolescentes casi niños que han muerto, quien murió y quien mató, quien murió ya no existe como persona que vivía a nuestro lado y que tenía la posibilidad de poder cambiar de vida si estaba equivocado o de ser plenamente feliz en familia velando por sus hijos y trabajando para crear la sociedad nueva, eso ya no existe; MURIO!
Quien mató lleva en su corazón la marca de Caín, el haber matado a su hermano la marca de llevar sangre en sus manos hasta el día que se encuentre con nuestro Buen Padre pero la pregunta es ¿cómo repercute ese tremendo hecho en su corazón, en su vida, en su futuro? VIVE?
Ambos eran adolescentes casi niños, con toda una vida por delante, con esperanzas, sueños, trabajos, familias, hijos, bien, todo por hacer y se troncharon dos vidas casi absurdamente.

Me permito decir en voz alta un par de ideas que me nacen del corazón; no podemos dejar que estas cosas nos deshumanicen, este hecho tomado por varios de manera casi irresponsable y vociferando testosterona es una catástrofe. 
Una más y no podemos, no debemos permitir que suceda más.
La muerte de inocentes, las noches que vivimos bajo fuego, las familias que se juran venganza, la sociedad barrial que se hiere víctima de sí misma, la angustia de los niños y niñas, los rostros desencajados por el odio, la ira y la venganza no son realidades humanas, son realidades demoníacas; de las sombras más terribles que se abaten sobre el ser de cada uno de nosotros, es el pecado que toma cuerpo en nuestras calles y pasillos, por favor volvamos a Dios hermanos y hermanas de Villa Hipódromo.
Tenemos que emerger de ellas, de estas sombras espantosas, las familias del barrio debemos unirnos ante tanto desprecio por la vida, no es un juego el macabro hecho de acostumbrarse a que cada tanto mueran nuestros hijos, en nuestras calles, en nuestros rostros, ya han muerto tantos jóvenes en la villa, en los barrios, en la ciudad; es una realidad que nos deshumaniza, es una realidad que nos hace menos humanos, cada vida es un milagro, necesitamos de cada una de ellas para cumplir el plan de Dios en esta humanidad; las vidas perdidas en este triste hecho de hace dos días es una terrible catástrofe, es peor que 1000 inundaciones juntas y a la par, reflexionemos sobre el valor de la vida por favor de todas y de cada una de ellas. 
Somos en el Barrio personas de trabajo, somos en el barrio personas humildes que deseamos vivir en paz, en unión, desarrollando nuestras vidas en el bienestar familiar, pues bien busquemos la paz, busquemos el bien, trabajemos para esto entre todos, unámonos, busquemos todos los medios pero juntos con objetivos claros como barrio y sociedad.
Dios nos acompañe hermanos y hermanas de Villa Hipódromo, roguemos y entreguemos al corazón inmaculado de María de Guadalupe este terrible dolor, acompañándonos entre todos a superar esta realidad. 
Cuidemos y eduquemos a nuestros hijos e hijas desde los más pequeños en la solidaridad, en el sentido del trabajo, el estudio y el esfuerzo; compartamos ese empeño en comunidad, comencemos un nuevo caminar, abramos nuestro corazón a la esperanza que no defrauda y digamos no a la violencia, si a la vida; no a la desunión, si a la fraternidad nueva en Dios.
Para ello, siempre nos tendrán a su lado.

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