17 de mayo de 2011

Caminando por mi barrio.......

Ando hace unos días por el barrio donde viven mis padres aprovechando unos días de vacaciones y caminando por allí me encuentro con tantos y tantas que hace un tiempo no veía, pero lo más bonito de estos encuentros es el cariño porque a cada abrazo le sucede un beso o dos; un rato charlando sobre mi vida en Bolivia, que hago con quien vivo, etc.Esto me lleva a recuerdos de mi querido barrio allí entre las montañas cochabambinas de mis caminatas entre los quechuas, de las veces que he andado casa por casa, buscando algunas personas ó sucesos, y la verdad que allí en auto no se puede andar como uno quiere: atendiendo a cada uno y cada una, en nuestros barrios hay que ir mirando los pozos, las botellas rotas, las calles llenas de gente y además siempre atento a que no se te cruce un perro, un niño, un borrachito, efectivamente en coche no se puede andar muy bien.


Caminando y a veces en moto y pocas veces en bicicleta, siiiiii!!!!


Se anda mucho más tranquilo, despacio. Mirando para todos lados. Saludando y bromeando con todos y todas; enterándonos de las desventuras de nuestras vidas; porque las vidas dejan de ser privadas para que esa privacidad sea una caminada compartida.

Caminado, en moto ó en bicicleta también se contemplan las bellezas de la creación: flores, árboles y esas hermosas mujeres que son un canto de alabanza al creador con su cadencioso, rítmico y hermoso caminar.


Que lindo es caminar por nuestros barrios llevando la presencia del resucitado, ser de alguna manera trasparencia de su amor, que hermoso es llevar a los pobres -en este ser lleno de defectos- al depositario de la esperanza de tantos, que belleza es ser consagrado, que belleza es caminar siendo pastor de nuestro pueblo.


Caminando se viven tantas experiencias y se comparte la vida común, la de todos los días, la que se construye hombro a hombro.


Por allí detrás de una pared aparece uno que grita:

- ¿Cómo le va gaucho? Hacía tiempo que no lo veía !!!!!.

- Yo bien; contesto, y como ves engordando. La buena vida y la poca vergüenza.

-¿Y tú? ¿cómo va esa lucha con el tabaco?

- Y ... más o menos, me dice.


Por la cuadra de enfrente me vuelven a gritar, parece que en los barrios ésta es la mejor prensa.

- ¿Hermanito, cuándo hay bautismos en la capilla?

- Todos los sábados, contesto. A la hora de siempre!!!!, ven sin problemas.....digo también vociferando.


Baja uno del autobus y me increpa.
-¡Padrecito menos mal que lo encuentro!!!!!!, venga a casa que la mamá está enfermita, por favor.

-Vamos ya!!! Le digo.

Vemos a su mamá, acordamos para la confesión y la comunión, y de paso la bendición de la casa!!!!!

De la casa y todos los santos que tienen en su mesita altar, y de los cuadros de los muertitos de la familia.


Otro me llama desde la esquina.

-Lo vi pasar y salí corriendo. Quiero una misa para mi finadita.

- Bueno, venite el domingo nueve y media, pero ven no te hagas el loquito y la rezamos juntos, pero trae a la familia ehhhh. Sino, no vale.


Y llego a la mitad de cuadra y paro. Me encuentro con José en la puerta de calle con la pata enyesada arriba de un banquito.

- ¿Qué te pasó hermanoooo?

- Y .... con la moto vio? Y allí comienza la cuenta de como fue el asunto.


Antonio que pasa y dice:

- Me junté, padre. Con una mujer que tiene dos hijos. Voy a trabajar ahorita pues. Luego pasaré por la capilla asi me da la bendición para que todo me salga bien.

- Que bien hermano!!!!!, le digo. Te espero, se responsable Antonio. Querelos mucho a los changuitos….. como si fueran tuyos, que de hecho ya lo son.....


Mas allá, me ataja Cirilo.

- Bájese a la casa a tomar un matecito hermanito, tengo cosas que contarle. Y empieza a largar el rollo, al final, te dice: ¡gracias padre por escucharme! ¡a quién le voy a contar estas cosas!


Y......... uno sabe cuando sale, pero no cuando vuelve, ni con lo que se va a encontrar!!!!!!!


Otra señora aparece. Te para e inmediatamente interroga determinada…

- ¿Cuándo lo puedo ver en la capilla? Tengo un problema con mi marido.

Y que se yo, cuando estaré. Soy medio gitano, vió. A si que es mejor que dentro de un rato pase por tu casa y podamos hablar.


Si, uno sabe cuando sale; pero no cuando vuelve ni con que se va a encontrar en el pastoreo.


Que lindo es este despacho parroquial. Sin horario, sin lugar. Es como un Dios ambulante andando en medio de la gente, de su vida y de su barrio. Y es el confesionario, el diván de las consultas y desembuches.


Y es un pastoreo como el que decía Jesús, donde el pastor conoce a sus ovejas y las ovejas a su pastor.


Por'ai, se arrima un joven, y te pide que le tires "buenas ondas", pal trabajo vió!!!. Ando muy meao por los perros . Algo así como una bendición.

Lo agarras de los hombros; le pones una mano en la cabeza y le decís y deseas fuerza, aguante, esperanzas. Y se queda mansito, como perro con su dueño. Y sigo viaje.


Y todo es "a la buena de Dios". Y ahí si que creo que Dios te va llevando. Y la gente te llama padre, o hermano. Jefe, cuervo, maestro, señor. Te hablan con naturalidad. Libremente. No se disfrazan de lo que no son. Es un trato familiar, barrial, vecinal. Ellos están jugando en su cancha. Son locales.


Si van a la iglesia, son visitantes. Pierden espontaneidad. Quiéranlo o no se disfrazan, tienen miedo de que les digamos que no…… como tantas veces les hemos hecho.


Esto es mejor que otras formas de pastoreo. No se. Tampoco interesa.


Es algo distinto. Es un pastoreo artesanal, algo hecho a la medida de cada situación. No hay fórmulas fijas ni recetario todo terreno.


Es un servicio a domicilio. Pastoral-delivery. Y es lindo. Y da satisfacciones. Y uno se siente padre, amigo, hermano, vecino, cercano, útil.


Ojalá tantas reuniones, cursos y planificaciones puedan servir para que finalmente se llegue a esto.


A pastorear cara a cara, cuadra a cuadra, situación a situación, uno se da cuenta que es imposible para un cura que tiene 20 barrios y 30.000 habitantes. Pero si esto también lo esperaramos de los agentes pastorales (las hermanitas, los catequistas, los y las encargados/as de capillas, el que visita los enfermos, los que andan en lo social, etc) ya eso puede ser diferente y............ posible.


Si cada uno de ellas y ellos es un Dios ambulante, un Dios-delivery, una presencia a domicilio y en sus propios problemas, cuánto más cerca estaríamos de todos y todas en nuestra comunidades.


O si hubiera muchos más sacerdotes para que se pueda pastorear a lo Jesús. Pastores con casa abierta a los vecinos y sus problemas. Porque lo que urge es no renunciar al pastoreo de Jesús. Gente que ande andando su barrio y su gente.


Porque el barrio es vida, y la vida es propuesta cotidiana que espera la oportunidad de existir...

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