11 de enero de 2009

Una gran alegría.... en Cochabamba

Después de varios años de espera, las Hermanas de la Caridad, las hijas de la Madre Teresa de Calcuta, llegaron a Cochabamba.
Su obra estará asentada en una de las parroquias más grandes de este departamento, la parroquia de Santa Vera Cruz en Valle Hermoso, una zona marginal, donde el agua potable escasea y la sequía mantiene el paisaje árido bajo el abrasador sol del verano.

"Si el servicio es alegría, eso es lo que vivimos en la misa de bendición de la casa de las Hermanas de la Caridad. Alegría por el reto de una nueva obra, alegría por que el amor de Dios y la entrega de la Madre, como llaman a la Santa de Calcuta, las trajo a Cochabamba para vivir el Evangelio, socorriendo a los más pobres de entre los pobres", explica Mariluz Bustamante, del arzobispado de Cochabamba.
El arzobispo de Cochabamba, Mons. Tito Solari, en su homilía, agradeció la presencia de esta nueva Comunidad, anunciando que su obra atenderá a los enfermos terminales, auxiliándolos en su abandono y consolándolos en su sufrimiento. Mons. Solari miró a María la madre de Jesús, que en su encuentro con el Arcángel Gabriel, venciendo el temor dijo sí al servicio al que fue llamada por Dios.

Con este ejemplo de entrega y amor, el arzobispo de Cochabamba inspiró a las religiosas para que su servicio se mantenga firme en la llamada del Señor y en la alegría de entregar la vida consolando a los enfermos y abandonados.

Recordó a la Madre Teresa de Calcuta, que también piso tierra cochabambina, resaltando ese extraordinario amor, esa ternura incomparable cuando se acercaba a los enfermos agonizantes, despreciados de la sociedad, para compartir su tristeza y contarles del amor que Dios sentía por ellos, para consolarlos y acompañarlos en sus últimos días. El centro atenderá a los enfermos terminales pobres y abandonados.

Las hijas de la Madre Teresa acogerán a los despreciados, los desposeídos, aquellos que sin su auxilio morirían en las calles, bajo los puentes, en la más absoluta soledad de cualquier rincón de Cochabamba. Han caminado ya por las calles de la ciudad, visitando los barrios pobres, compartiendo con las familias su cotidianidad, lo que será pronto el pan de cada día. La obra iniciará su trabajo en los primeros meses del próximo año 2009. Estará a cargo de cuatro religiosas, quienes desde hoy se quedan en Cochabamba, preparando todo para iniciar su misión.

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