11 de septiembre de 2008

EXISTE UNA CULTURA DEL POBRE

Tomado del litro

"ESCUCHEMOS A LOS POBRES, APORTES PARA UNA ANTROPOLOGÍA DEL POBRE",

Autor: Federico Carrasquilla M



Hay, pues, una cultura del pobre, entendida como el conjunto de expresiones (ideas, símbolos, mitos, costumbres, etc.) con las que el hombre que carece de bienes va expresando su existencia.

Haciendo un brevísimo análisis de lo que es la cultura, decimos que el hombre vive su existencia, como un hacerse, y el resultado de ese hacerse del hombre, constituye la cultura, que comprende el lenguaje, la literatura, el mundo simbólico, las costumbres, las creencias, etc., es decir, todo lo que le permite al hombre expresar su existencia. Además, como el hombre vive esencialmente en comunidad, se dice que la cultura es colectiva.

Partiendo de esta descripción hay que aceptar que el pobre tiene una cultura propia, producto del hacerse en medio de las carencias de bienes materiales y que le dan una manera de expresarse con sus valores y sus antivalores.

Ante todo, hay que reconocer la cultura del pobre. Lo que no se hace en la mayoría de los casos, porque la opresión principal y quizás la más grande, inclusive peor que la económica, que sufre el pobre es el desconocimiento y el rechazo de su cultura. De ahí que una de las cosas más importantes en el trabajo con el pobre, es el reconocer y recuperar su cultura, su manera de vivir y de pensar. El pobre tiene una manera de mirar el mundo que es propia de él y diferente a la del rico. Por eso las cosas, los acontecimientos no significan lo mismo para el pobre que para el rico.

Al hablar de cultura del pobre es necesario tener presente lo siguiente:


a) Ayudar al pobre a que se inculturice en el mundo que lo rodea.

El pobre tiene que vivir sus valores en el mundo que se le niega continuamente y que busca destruir sus propios valores. La consecuencia más común es que para adaptarse al mundo que lo rodea, se le fuerza a renunciar a sus valores.El peligro contrario sería el convertirse en secta, en aislarse para preservar sus valores. Es preciso que el pobre asuma lo que hay de valor en la cultura que lo rodea sin perder lo propio.

b) Inculturarse en el mundo del pobre. Debemos asumir desde nuestra cultura los valores de la cultura del pobre, hacer que los valores de la cultura del pobre se vivan a partir

de otra cultura.

Uno se inculturiza en el mundo pobre, cuando desde otra cultura se asumen los valores de la cultura del pobre. Existe todo un proceso de renuncia y acogida, que muchas veces es doloroso. Cuando se entra a otra cultura siempre hay un umbral que es imposible traspasar. Quien no ha nacido en medio pobre, nunca podrá asimilar totalmente la condición de pobre, o sea, entender en toda su dimensión las expresiones de su cultura.

c) Luchar contra la aculturación que es la pérdida de la propia cultura. Es lo que les ha ocurrido a los indígenas cuando pierden su lengua, sus costumbres, y se ven forzados a adquirir otra cultura. El caso del lenguaje es el más significativo, porque cuando éste se pierde, es lo que más facilita el coloniaje cultural. Ya lo dijeron los romanos, que para subyugar a un pueblo es más importante imponer la lengua que la religión.

En el pobre más que la pérdida de su cultura es el desconocimiento de ella o la infravaloración de sus expresiones (Atacar la transculturación que es el cambio de una cultura por otra. Lo que está sucediendo con la influencia del estilo de vida de Norteamérica, que a través de la música, de la televisión de las telenovelas se destruye una cultura y se impone la de ellos.) Luchar por la inculturación. Que es el proceso de asumir la propia cultura, se da cuando se elabora, amplía y valoriza la propia cultura.

2. ESTA VISIÓN DEL POBRE IMPLICA UN NUEVO PROYECTO PEDAGÓGICO

Si se acepta el nuevo concepto de pobre, si se acepta la existencia de una cultura del pobre con valores y antivalores, se debe aceptar también un replanteamiento de los tradicionales esquemas pedagógicos que se han aplicado en la educación de los pobres. El nuevo proyecto pedagógico debe cumplir las siguientes condiciones: —Permitir que el pobre asuma su condición de pobre, para que descubra sus valores—. Aceptar y estimular que el pobre diga su palabra, porque ésta es el "vehículo" de sus valores, y la mejor manera de manifestar su identidad. Por eso el mayor aporte de los agentes externos al mundo pobre, es escuchar al pobre; dejar que él se exprese, que "diga su palabra". Propiciar que el pobre mismo descubra los aspectos destructores de su cultura, para que luche contra ellos. Desde fuera es imposible pretender quitar los valores destructores de la cultura, porque implicaría aplastarlos más. Fray Bartolomé de las Casas en sus escritos aboga por el derecho del indio a manifestar sus valores y esperar a que él discurra y descubra lo que es destructor en su cultura.

El nuevo proyecto pedagógico implica por lo tanto y fundamentalmente el que se parta de la vida y de la realidad del pobre. Que se le ayude a descubrir el valor de sus vivencias, la riqueza humana que encierra su condición, su lucha diaria, su manera de vivir y de estar en la sociedad. Siempre se nos ha dicho y se seguirá diciendo que el problema del mundo es que la riqueza está mal distribuida, que es indispensable repartirla mejor. Pero la conclusión, que aunque parezca insólita, es que lo que hay que repartir, no es la riqueza sino la pobreza, o sea, que debemos fijarnos como ideal de vida los valores del pobre. Aprender a vivir en solidaridad y fraternidad, realizando el tipo de existencia del pobre.

3. NECESIDAD DE ELABORAR UN NUEVO PROYECTO DE SOCIEDAD DESDE EL POBRE

Reconocer que la existencia pobre tiene una serie de valores que, finalmente, —como veremos en enseguida, son los valores auténticamente humanos—, implica trabajar por organizar la sociedad en función de esos valores. No se puede aceptar esta visión del hombre sin luchar por una sociedad y por unas estructuras que permitan la concreción de esos valores. Si se quiere resumir los elementos de este proyecto de sociedad, diríamos que es un proyecto de sociedad hecho de solidaridad y fraternidad, una sociedad donde las personas sean valoradas por lo que son, no por lo que tienen; una sociedad donde los valores que se promuevan en los medios de comunicación y en la transmisión de la cultura, sean los valores del pobre. Inicialmente el socialismo se presentó como un intento para hacer una sociedad justa e igualitaria pero, finalmente la lucha entre el capitalismo y el socialismo no fue una lucha entre ricos y pobres el rico a la manera pobre. Finalmente venció el rico a la manera rica.


Llama la atención que en el discurso ecológico en el que se menciona la destrucción del planeta, destrucción que realiza el capitalismo se denuncie justamente, aunque sin explicitarlo lo suficiente, el modo de vida del rico, que con su despilfarro está generando esa destrucción y como salida exige asumir otra visión del mundo que sería la de un modo de vida más austero que no implique tanto deterioro de los recursos naturales. Precisamente este nuevo proyecto de sociedad tiene que partir de los valores del pobre porque como veremos en el juicio crítico son los únicos auténticamente humanos y por tanto universales.
El ideal es que a partir de los valores del pobre se realice un nuevo proyecto de sociedad, de tal manera que se reparta la pobreza y no la riqueza, porque repartir la riqueza siempre ha sido un imposible y aunque no parezca lógico, es más factible adoptar una forma de vida frugal y sencilla para todos, que aspirar a que todos seamos ricos. Eduardo Galeano en un estudio titulado "Ser cómo ellos", dice que el mundo latinoamericano se ha mantenido mirando al mundo norteamericano y se ha vuelto un ideal "Ser como ellos" y demuestra que en la actualidad lograr ese objetivo, es materialmente imposible.
Y concluye Galeano: o descubrimos otro tipo de desarrollo o nos quedaremos eternamente frustrados y destruidos. Si a cada persona se le diera el nivel de vida de un rico, v.g. un carro, hoy es económicamente imposible porque no existe ni siquiera el espacio para colocarlos. Por lo tanto el futuro está en construir un mundo desde el pobre, partiendo de sus valores y teniendo como objetivo eliminar en todos los pueblos la destrucción que ocasiona la pobreza.

4. JUICIO CRÍTICO

¿Qué pensar de esta manera de concebir el mundo, propia del mundo pobre?

Primero. Esta visión del mundo ofrece unos valores que son los valores auténticamente humanos, porque permiten a la persona asumir su propia vida, y vivir en comunión con los otros. Al mismo tiempo tiene en cuenta la condición del hombre, como un hacerse, y su condición material expresada en una determinada manera de asumir la realidad. Sin embargo, hay que tener presente que estos valores no los vive automáticamente el pobre, no basta con ser pobre, para que el pobre asuma estos valores, hay que asumirlos conscientemente. Por eso se requiere elaborar un nuevo proyecto pedagógico para educar al pobre, tal como se explicó anteriormente.

Segundo. Son valores universales. Un mundo centrado en los valores del rico, donde se coloca la ambición de riqueza, la ostentación y el poder, como los ideales de realización personal, no permitirán nunca que los hombres puedan realizarse plenamente como personas ni convivir en armonía. Estos valores no son auténticamente humanos porque impiden vivir en comunión con los demás y terminan haciendo a la persona esclava de las cosas, en cambio, el pobre ofrece unos valores que son valores para toda persona y que toda persona los puede vivir. Por eso el pobre puede ser el portador del hombre nuevo, sin ser el poseedor del hombre nuevo. Es decir, una persona en cualquier parte que quiera realizarse como persona tiene que poseer estos valores: actitud de gratuidad, de acogida, de aceptación de la realidad, etc. Por eso el pobre es el portador del hombre nuevo, es el que ofrece a todo hombre los valores qué se necesitan para que se pueda realizar como persona. Como los ricos[14] lo basan todo en la posesión de bienes, no se ven obligados a mejorar su calidad humana. La fuerza de su personalidad la basan en el prestigio que les da el tener y nunca se sienten obligados a valer siendo mejores. Por eso los valores del rico no son los auténticamente humanos en cuanto no impulsan a un mejoramiento personal y a la búsqueda de la fraternidad. En cambio, los valores del pobre sí son universales y humanos porque pueden ser asumidos por toda persona y promueven la armonía con los otros.

Tercero. El mundo del pobre ayuda a entender el mundo del rico. Por el hecho de que la persona tenga bienes materiales, adquiere una especial visión del mundo y unos valores que son: prestigio, superioridad, seguridad, dominio y la imposición sobre el otro. Además, la capacidad de asumir el espacio y el tiempo, con la capacidad de reflexión y de hacer análisis de conjunto, etc. Los anteriores son valores humanos, pero no son los valores auténticamente humanos; porque no promueven el mejoramiento personal ni tampoco la convivencia y la comunión con los otros, por eso la visión humana del rico no puede ser modelo, porque son originados en la riqueza y en el poder. La mejor manera de educar al rico es demostrarle que existen otros valores que proporcionan más realización personal, o mejor, una auténtica realización personal. No se trata de rechazar el mundo del rico, sino de cuestionar la supremacía de sus valores para que se ponga al servicio de los valores del pobre, por ser los auténticamente humanos. Siguiendo esta misma línea, podemos considerar que el problema de la tecnología es que siempre ha estado al servicio del rico. Se debe buscar la aplicación de tecnologías que no degraden el medio ambiente y abaraten los servicios. Como la aplicación de la economía de mercado deja de lado a los que no tienen, hay que buscar otra economía de mercado que tenga en cuenta a los desposeídos. Hasta ahora, en gran parte la tecnología está dedicada al consumo suntuario para unos pocos y no a las necesidades de la gente. Por ejemplo, en la industria automotriz existe interés por hacer cada vez más sofisticados y lujosos los automóviles, pero no en producir los que sirvan más al transporte popular.

¿Es válido todo lo anterior? El análisis que hemos hecho deja una pregunta abierta. ¿Por qué decimos que los valores del pobre son los valores auténticamente humanos? Se puede responder diciendo: porque son los que le permiten a la persona asumir su propia vida y unirse a los otros. Sin embargo, puede argumentarse que los valores del rico realizan a los ricos, porque también son valores, la superioridad, el prestigio, la seguridad, etc. y que para otros también son auténticamente humanos, y desde ahí repetir la misma pregunta: ¿Por qué se dice que esos - valores (los del pobre) son los que permiten la realización de la persona?, etc. Por eso pensamos que esa pregunta, en último término, queda sin una respuesta radical y es contestada sólo por una opción: se opta por los valores del rico o por los valores del pobre. Opción, sin embargo, que es y puede ser fundamentada por razones racionales. Es en este punto donde aparece el valor humano de la Revelación para el cristiano: el testimonio de Jesús, inclinando la discusión a favor de los valores del pobre. Así se puede afirmar con mayor seguridad que los valores de la vida pobre, son los auténticamente humanos, porque éstos fueron los que llevó y nos enseñó Jesús.



No hay comentarios :