11 de marzo de 2023

El Nombre de Dios...

Hubo un momento en el que Moisés tuvo la audacia de preguntar a Dios:

- ¿Cómo te llamas? 

Y Dios, amablemente, le dijo que su nombre era YHWH.


Con el tiempo, arbitrariamente, hemos añadido una “a” y una “e”, llegando así a YaHWeH.

Sin embargo, tanto los exegetas de la Biblia como los Rabinos han evidenciado que las letras YHWH representan sonidos de respiración o consonantes aspiradas, que se pronuncian sin vocales intercaladas; en realidad suenan como la respiración:  YH (inspira), WH (expira).

De manera que un recién nacido en su primer llanto, en su primera respiración, pronuncia el nombre de Dios.

Se puede pronunciar su nombre con un profundo suspiro, un gemido o un estremecimiento grave y agobiante.

Incluso el ateo pronuncia su nombre, sin saber que su propio aliento da un reconocimiento constante a Dios.

Asimismo, una persona deja esta tierra con su último aliento, cuando el nombre de Dios ya no llena sus pulmones.

Entonces, cuando no puedo decir nada más, mi respiración está diciendo su nombre.

Estar vivo significa que pronuncio su nombre constantemente.

Entonces, se escucha más fuerte cuando estoy lo más callado posible.

En la tristeza, respiramos profundos suspiros; en la alegría, nuestros pulmones casi parecen estallar; cuando tenemos miedo aguantamos la respiración y necesitamos que nos digan que respiremos lentamente para ayudar a calmarnos; cuando estamos a punto de hacer algo difícil respiramos hondo para encontrar ánimo.

Pensándolo bien, respirar es alabarlo, ¡incluso en los momentos más difíciles!

Esto es tan hermoso que me lleno de emoción cada vez que comprendo su significado.

Dios ha escogido un nombre que no podemos dejar de pronunciar mientras estamos vivos. 

Todos nosotros, en cualquier momento y en cualquier lugar, despiertos o dormidos, respiramos con el nombre de Dios en los labios".

Mons. Giovanni d'Ercole

Del muro de Fray Pablo cd

No hay comentarios :