Transcribimos
a continuación el último artículo del P. Jacques Hamel, que publicó el pasado 6
de junio en la revista de la parroquia y re-lanzado hoy por el semanario
católico Familia Cristiana después de que el sacerdote fue muerto por dos
yihadistas mientras celebraba la santa misa.
La primavera
fue bastante fresca. Si nuestro ánimo no
estuvo muy alto, paciencia, ya se acerca el verano. Así como el
tiempo de descanso.
Las
vacaciones, un tiempo para alejarse de nuestras actividades habituales. Pero no
se trata de un simple paréntesis. Es el momento de relajarse, de refrescarse, pero también
es un tiempo para, reunirse, para el intercambio y la convivencia.
Un tiempo de descanso: Algunos
comprometen unos pocos días para un retiro o una peregrinación. Otros a re-leer
el Evangelio, en soledad o
comunitariamente, buscando la palabra que trae vida al día de hoy.
Otros se
regenerarán con el gran libro de la creación, admirando los paisajes tan
diferentes y magníficos que nos elevan y nos hablan de Dios. Podemos en este
momento escuchar la llamada de Dios para cuidar de este mundo, para que sea,
allí donde vivimos, un mundo más cálido, más humano y más fraterno.
Un tiempo de encuentro: con nuestros seres
queridos, y con los amigos. Un momento en el cual dedicamos tiempo para vivir
algo junto a los otros. Un tiempo para ser considerados y atentos con los
demás, sean quienes sean.
Un tiempo de compartir. Compartir
nuestra amistad, nuestra alegría. Compartir nuestro tiempo e interés con los
niños, ellos cuentan con nosotros.
Un tiempo de oración. Atentos a lo que
sucede en nuestro mundo en estos días. Oramos por aquellos que más lo
necesitan, por la paz, por la vida juntos que así es mejor.
De esta manera
será un año de gracia. Mantengamos un corazón atento a las cosas bellas, cada
uno, especialmente aquellos que son propensos a sentirse un poco más solos.
Que las
vacaciones nos permiten obtener su llenar de alegría, amistad y refresco.
Entonces podemos, más estructurada, en la carretera juntos.
Que las
vacaciones nos permitan llenarnos de alegría, amistad y descanso. Entonces podremos
caminar juntos y mejor esta ruta.
Felices
fiestas, padre Jacques
IGLESIA CATÓLICA · Martes, 26 de Julio de 2016
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