25 de noviembre de 2014

¿Qué es el Adviento y cómo podemos vivirlo?

Prepárense, ¡ESTA LLEGANDO!
Este domingo 30 de noviembre la Iglesia inicia el Adviento y con ello, un nuevo Año Litúrgico.
El Adviento es el período de preparación para celebrar la Navidad y comienza cuatro domingos antes de esta fiesta, comenzará el domingo 30 de noviembre y el último domingo de adviento será el 21 de diciembre. Adviento viene del latín “ad-venio”, que quiere decir “esta llegando”.
El Adviento está dividido en dos partes: las primeras dos semanas sirven para meditar sobre la venida final del Señor, cuando ocurra el fin del mundo; mientras que las dos siguientes sirven para reflexionar concretamente sobre el nacimiento de Jesús, su irrupción en la historia del hombre en Navidad.
En los templos y casas se colocan las coronas de Adviento y se va encendiendo una vela por cada domingo, lo mismo que los ornamentos del sacerdote y los manteles del altar se tornan de color morado como símbolo de preparación y penitencia.
Varios conocen de este tiempo, pero tal vez las preocupaciones de cierre de año en el trabajo, los exámenes en la escuela, los ensayos con el coro o el teatro de Navidad, el armado del Nacimiento y la compra de regalos, hacen que se olvide el verdadero sentido de este tiempo.
Por ello, reafirmamos desde aquí la necesidad de la preparación personal para recibir adecuadamente la Navidad, para ello te facilitamos a continuación un método para examinar nuestra conciencia para poder acceder al sacramento de la reconciliación con el corazón preparado.


descubrir a Dios en lo vivido
Examen de conciencia ignaciano
Para descubrir a Dios en lo vivido, dar gracias, reconocer faltas, pedir perdón y hacer un propósito
El examen de conciencia consiste en recuperar cómo me fue en el día. No es un momento para juzgar mis actos, sino para tomar conciencia de ellos. El examen puede hacerse mentalmente, pero mucho ayuda hacerlo por escrito. Se recomienda hacerse diario, o por lo menos una vez a la semana.
Los pasos para realizar el examen de conciencia, recomendados por san Ignacio, son los siguientes:
a) Pedir luz y gracia para descubrir a Dios en lo vivido
Sereno mi corazón para compartir lo vivido con un amigo muy especial, pido luz para conocer las señales y la acción de Dios en este día, recuerdo que Jesús dejó su Espíritu para llevar a la creación a su plenitud, y restaurarla al modo del Creador.
b) Agradecer los dones del día
Hago un repaso de lo vivido en el día: actividades, experiencias, encuentros, trabajos, etc, le doy gracias por todo lo vivido y pienso en qué momentos sentí una mayor cercanía con Jesús. Por lo experimentado internamente es como me puedo dar cuenta de esta cercanía: esperanza, entrega, gratitud, servicio, libertad, etc. Estos movimientos internos vienen acompañados de invitaciones, trata de ubicarlas y agradecerlas.
c) Reconocer fallas (lo que sentí, lo que hice, lo que pensé)
Pienso en los descuidos que no permitieron obtener mayores frutos en el día. Reconozco si hubo alguna insensibilidad ante las necesidades que encontré en el camino. Asumo las fallas en la construcción de la fraternidad y la justicia con los hermanos.
d) Si hubo fallas graves, hacer una oración de perdón
Pido perdón a quienes hoy ofendí. Doy mi perdón a quienes me lastimaron. Me doy a mí mismo el perdón que Jesús me regala.
e) Hacer un propósito para cumplir con su gracia

Si hubo falla grave, veo la manera de corregirla para el día de mañana. Renuevo mi amistad y mi deseo de amar y servir: “Señor, tú lo sabes todo, tú sabes que te amo”. Le pido la bendición a María.

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