Una invitación
a rezar la oración por la paz de la Señora de todos los Pueblos y por la
proclamación del nuevo dogma. Entre 1945 y
1959 la Virgen se apareció a la vidente Ida Peerdeman en Ámsterdam.
El carácter
sobrenatural de estas apariciones ha sido reconocido por la Iglesia en 2002, y
sus mensajes han sido considerados continuación de los de Fátima.
En ellos,
María realiza dos peticiones principales:
La primera: la extensión al mundo
entero de la oración por la paz de la Señora de todos los Pueblos.
La segunda: la proclamación del quinto dogma mariano, por el que la Iglesia reconozca a
María como Corredentora, Mediadora de todas las gracias y Abogada de todo el
género humano.
Nuestra Señora de todos los Pueblos |
En relación a
la oración, María dice lo siguiente:
* “Ustedes, pueblos de este tiempo, sepan
que están bajo la protección de la Señora de todos los Pueblos. Invóquenla como
su Abogada, pídanle que aleje todas las calamidades. Pídanle que elimine de
este mundo la corrupción. De la corrupción vienen las calamidades, de la
corrupción vienen las guerras. Tienen que pedir por medio de mi oración que
todo esto sea eliminado de este mundo. Ustedes no saben lo grande e importante
que es esta oración ante Dios” (31/05/1955).
* “Esta oración
ha sido dada para la conversión del mundo” (31/12/1951).
* “Por medio de esta
oración, la Señora salvará el mundo” (10/05/1953).
* Pide a todo el que reciba
esta oración que la rece por lo menos una vez al día, y asegura que, de este
modo, “el mundo cambiará” (29/04/1951).
La Virgen pide
también la proclamación dogmática de su papel en el plan redentor de Dios como
Corredentora, Mediadora y Abogada, y promete que este dogma traerá la verdadera
paz al mundo.
Leemos en
Madre de Dios y Madre nuestra, de Santiago Lanús, lo siguiente: “Proclamando
este dogma de un modo solemne, la Iglesia glorificaría a Dios mismo
reconociendo su plan de salvación. Además, con esta proclamación, María podría
revelar plenamente la preeminencia de sus títulos y de su maternidad universal,
y conceder ‘gracia, redención y paz’ a la humanidad y al mundo. Es la vía hacia
una nueva Caná, que dará a María la posibilidad de tocar el Corazón del Hijo y
realizar una efusión única del Espíritu Santo en nuestros dramáticos tiempos”
Aclara también
Lanús lo siguiente: “Es importante entender bien el sentido de María
Corredentora. El término ‘Corredentora’ jamás pretende disminuir la unidad y la
universalidad de la obra de mediación de Cristo, sino que se refiere a ella y
también muestra la fuerza de esta mediación.
Este término tiene una larga tradición en la
Iglesia. Se puede encontrar en los escritos de los Padres de la Iglesia, de
santos y de papas. Edith Stein, Maximiliano Kolbe, Padre Pío, Madre Teresa y
sor Lucía de Fátima lo han defendido fuertemente en los tiempos actuales.
“Señor Jesucristo, Hijo del Padre, derrama ahora tu Espíritu sobre la Tierra; haz que el Espíritu Santo habite en los corazones de todos los pueblos, para que sean preservados de la corrupción, de las calamidades y de la guerra. Que la Señora de todos los Pueblos, que un día fue María, sea nuestra Abogada. Amén.” |
Juan Pablo II ha usado el término varias
veces. El papel de María, dice Juan Pablo II, tiene el origen mismo en Dios
Trinitario, ‘que quiso realizar y llevar al cumplimiento los grandes misterios
de la historia de la salvación a través de la responsable y fiel cooperación de
la humilde sierva de Nazaret’ (…) Como ‘Socia del Redentor’, estaba
predestinada a seguir la misma vía de Cristo, perseverando hasta la Cruz. Los
dolores de María se fundieron con los Suyos, su sacrificio con el de Cristo.
Inseparables entonces, inseparables ahora”.
Esta visión
del plan redentor resulta, por supuesto, totalmente coherente con la Sagrada
Escritura: con el Génesis, donde María es indicada como la Mujer que, unida al
Hijo, ha de aplastar la cabeza de la Serpiente; con el episodio evangélico de
las bodas de Caná, que pone de manifiesto el papel de María como Intercesora y
Mediadora de las gracias del Hijo; con el Sacrificio de la Cruz, en el que el
Hijo la proclama Madre y Señora de toda la humanidad, representada por Juan;
con el Apocalipsis, culminación de la historia de la Salvación a través de la Mujer
vestida de Sol.
Dirijo este
mensaje a las personas que rezan, para pedirles que incluyan en sus plegarias
esa oración por la paz de la Señora de todos los Pueblos, y para que pidan, si
lo consideran oportuno, por la pronta proclamación de ese quinto dogma mariano.
Por Pedro
Abelló
1 comentario :
Hola a todos...Analizando la profecía de la proclamación del Quinto Dogma Mariano, esperado por todo el pueblo católico y mirando al futuro la fecha que me atrevo a mencionar es el 31 de Mayo de 2020, ya que ese día es la Solemnidad de Pentecostés.
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