1. Ayúdame,
Señor, a ser radical, sin ser fanático.
2. Ayúdame a
ser contemplativo con las manos en la masa.
3. Ayúdame a
vivir gozoso, sin olvidar a los olvidados.
4. Ayúdame a
reconocerme pecador, sin ser corrupto.
5. Ayúdame a
ser humilde, sin ser cobarde.
6. Ayúdame a
sembrar sin desfallecer, aunque no vea el fruto.
7. Ayúdame a
ser cercano respetando al otro.
8. Ayúdame a
vivir cantando tus Misericordias en la noche oscura.
9. Ayúdame a
la alegría esperanzada, cercano a los que no la tienen.
10. Ayúdame a
vivir en la confianza aunque esté en la intemperie.
Autor :
Francisco Cerro
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