Explica cómo
en su infancia estuvo expuesta a intercambios de parejas gays, playas nudistas
y la falta de afirmación en su feminidad.
Dawn
Stefanowicz es una mujer de algo más de 40 años que vive en Ontario, Canadá,
con su marido de toda la vida (más de 20 años de matrimonio) y sus dos hijos, a
los que ha educado en casa.
Sin embargo, su infancia fue muy desordenada:
su padre era homosexual y la expuso a todo un ritmo de "vida gay" que
ella lamenta.
En su web www.dawnstefanowicz.com cuenta su testimonio, cómo le
hirió el estilo de vida en el que creció, y ofrece ayuda, consejo e información
para otras personas que han crecido heridas en un entorno de
"familia" gay, un estilo de "familia" que ella no desea
para nadie y que cree que las leyes españolas y canadienses no deberían apoyar.
El testimonio
de Dawn
Me llamo Dawn
Stefanowicz. Crecí en un hogar homosexual en los años 60 y 70 en Toronto,
expuesta a muchas personas distintas de la subcultura GLBT (gay, lesbiana,
bisexual, transexual) y a prácticas sexuales explícitas.
Estuve expuesta a un alto riesgo de
enfermedades de transmisión sexual debido al abuso sexual, a los
comportamientos de alto riesgo de mi padre y a numerosas parejas. Incluso
cuando mi padre estaba en lo que parecían relaciones monógamas, continuaba
haciendo "cruising" buscando sexo anónimo.
Llegué a preocuparme profundamente, a amar y
entender con compasión a mi padre. Compartía conmigo lo que lamentaba de la
vida. Desgraciadamente, siendo niño unos adultos abusaron sexual y físicamente
de él. Debido a esto, vivió con depresión, problemas de control, estallidos de
rabia, tendencias suicidas y compulsión sexual. Intentaba satisfacer su necesidad
por el afecto de su padre, por su afirmación y atención, con relaciones
promiscuas y transitorias.
Las (ex)parejas de mi padre, con los que me traté y llegué a apreciar con sentimientos profundos, vieron sus vidas drásticamente acortadas por el Sida y el suicidio. Tristemente, mi padre murió de Sida en 1991.
Las (ex)parejas de mi padre, con los que me traté y llegué a apreciar con sentimientos profundos, vieron sus vidas drásticamente acortadas por el Sida y el suicidio. Tristemente, mi padre murió de Sida en 1991.
Las muchas experiencias personales,
profesionales y sociales con mi padre no me enseñaron el respeto por la
moralidad, la autoridad, el matrimonio o el amor paterno. Me sentía
temerosamente acallada porque mi padre no me permitía hablar de él, sus
compañeros de casa, su estilo de vida y sus encuentros en esa subcultura.
Mientras viví en casa, tuve que vivir según sus reglas.
Sí, amaba a mi padre. Pero me sentía
abandonada y despreciada porque mi padre me dejaba a menudo para estar varios
días con sus compañeros. Sus parejas realmente no se interesaban por mí.
Fui dañada por el maltrato doméstico homosexual, las tentativas sexuales con menores y la pérdida de parejas sexuales como si las personas fueran sólo cosas para usar. Busqué consuelo, busqué el amor de mi padre en diversos novios a partir de los 12 años.
Fui dañada por el maltrato doméstico homosexual, las tentativas sexuales con menores y la pérdida de parejas sexuales como si las personas fueran sólo cosas para usar. Busqué consuelo, busqué el amor de mi padre en diversos novios a partir de los 12 años.
Desde corta edad, se me expuso a charlas
sexualmente explícitas, estilos de vida hedonistas, subculturas GLBT y lugares
de vacaciones gay.
El sexo me parecía gratuito cuando era niña. Se me expuso a
manifestaciones de sexualidad de todo tipo incluyendo sexo en casas de baño,
travestismo, sodomía, pornografía, nudismo gay, lesbianismo, bisexualidad,
voyeurismo y exhibicionismo.
Se aludía al sadomasoquismo y se mostraban algunos
aspectos. Las drogas y el alcohol a menudo contribuían a bajar las inhibiciones
en las relaciones de mi padre.
Mi padre apreciaba el vestir unisex, los
aspectos de género-neutro, y el intercambio de ropas cuando yo tenía 8 años.
Yo
no veía el valor de las diferencias biológicamente complementarias entre hombre
y mujer. Ni pensaba acerca del matrimonio. Hice votos de no tener nunca hijos,
porque no crecí en un ambiente de hogar seguro, sacrificial, centrado en los niños.
Más de dos décadas de exposición directa a
estas experiencias estresantes me causaron inseguridad, depresión, pensamientos
suicidas, miedo, ansiedad, baja autoestima, insomnio y confusión sexual. Mi
conciencia y mi inocencia fueron seriamente dañados. Fui testigo de que todos
los otros miembros de la familia también sufrían.
Hasta que no
llegué a los 20 y 30 años, hasta después de hacer las elecciones importantes de
vida, no empecé a darme cuenta de cómo me había afectado crecer en este
ambiente. Mi sanación implicó mirar de frente la realidad, aceptar las
consecuencias a largo plazo y ofrecer perdón. ¿Podéis imaginar ser forzados a
aceptar relaciones inestables y prácticas sexuales diversas desde corta edad y
cómo afectó a mi desarrollo? Mi identidad de género, bienestar psicológico,
relaciones con iguales quedaron afectadas.
Desgraciadamente, hasta que mi
padre, sus parejas sexuales y mi madre murieron, no pude hablar públicamente de
mis experiencias. Al final, los niños serán las víctimas reales
y los perdedores del matrimonio legal del mismo sexo.
www.dawnstefanowicz.com |
¿Qué esperanza puedo
ofrecer a niños inocentes sin voz? Gobiernos y jueces deben defender el
matrimonio entre hombre y mujer y excluir todos los otros, por el bien de
nuestros niños.
La web de Dawn Stefanowicz declara los
siguientes objetivos:
1. Servir como recurso a estas personas:
-los que
vienen de hogares homosexuales, bisexuales, transexuales
-amigos y
parientes preocupados
-organizaciones
familiares, médicas y de investigación
-legisladores,
políticos y educadores
2. Ofrecer asistencia
3. Construir
redes de apoyo
4. Compartir
testimonios entre los afectados
"Si
eres un adulto que creció en un hogar homosexual, bisexual, transexual, espero
que veas que eres valorado por quién eres; entendemos que a veces sentirás que
no puedes hablar libremente de lo que de verdad sientes; estamos aquí para
ofrecerte un lugar seguro", declara Dawn a los visitantes de la web.
Fuente: ForumLibertas.com
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