El Poeta acaba de publicar una sentida carta a los Palestinos, creo por ahí un poco sesgada la visión pues falta una visión crítica hacia el otro polo de fanatismo y barbarie; pero también creo plenamente real y concreta y por eso la comparto con todos mis amigos de Munaysonqo.-
Shalom - Salam - Mir - Paz - Pace - Peace.
Es con el corazón apesadumbrado que les escribo hoy. Gaza está ardiendo. La frontera con Israel está bajo fuego.
Niños en ambos lados de la
frontera están aterrorizados, traumatizados, heridos en cuerpo y ...alma.
¡Valiosas vidas se pierden a cada
instante! ¡Corre la sangre!
¡Abundan el dolor y las lágrimas!
Lamentablemente eso nos es
familiar, demasiado. Estoy sentado en mitad de la noche en mi hogar catalán
junto al mar. Ese mar que es nuestro, el Mediterráneo, nuestra cultura, el de
nuestro pueblo andariego, el de los sin hogar, los nostálgicos, los
constructores, los sobrevivientes.
Nuestros sueños son como las
olas, y dialogan con la luna y las estrellas sobre la eternidad.
Desde ese fatídico día de 1995
cuando asesinaron a Rabin ,dediqué gran parte de mi vida pública a cantar y a
hablar por la paz entre judíos y palestinos.
Vi el proceso de paz levantarse y
caer como los senos de una mujer respirando durante la noche.
Vi muchas oportunidades
desperdiciadas.
Lamentablemente mucha
obstinación, ignorancia y estrechez de miradas se cruzaron por el camino.
Un absurdo orgullo pisoteó
numerosas esperanzas. Canté y hablé. A veces discutí y abracé a extraños.
Muchas veces me conmoví hasta las
lágrimas e hice los amigos más inesperados. Amigos por quienes cruzaría
fronteras bajo fuego para darles protección.
Y hoy yo digo esto: tenemos un
enemigo común, un enemigo terrible, y tenemos que unirnos para vencerlo.
Ese enemigo es el fanatismo,
amigos míos.
Ese enemigo es el extremismo en
todas sus grotescas manifestaciones.
Ese enemigo está encarnado por
todos aquellos que colocan a Dios por encima de la vida, que pretenden que Dios
es su espada y su escudo y que combaten por él.
Todos ellos son víctimas de un
horrible fanatismo.
Yo a menudo hablé contra el
fanatismo en mi país, porque lo considero detestable.
Muchas veces arriesgué mi carrera
y mi bienestar en esa lucha. Ahora veo el horrible rostro del fanatismo, veo
sangre en sus manos y conozco uno de sus muchos nombres:
Hamás.
Ustedes conocen a este terrible
monstruo. Saben que viola a vuestras mujeres y envilece a las inocentes mentes
infantiles.
Ustedes saben que educa para el
odio y la muerte. Ustedes saben que es chauvinista y violento, codicioso y
egoísta, y que se nutre de vuestra sangre mientras evoca el nombre de Alá en
vano, se oculta como un ladrón y utiliza a inocentes como escudos humanos,
utiliza mezquitas como arsenales, miente y estafa, y los usa a ustedes como
rehenes.
¡Yo sé que eso es verdad y que
ustedes lo saben! Pero no pueden hablar por miedo. Pero yo sí puedo hablar.
Tengo el privilegio de vivir en
una democracia donde las mujeres no son objetos, sino ministros, donde un
cantante puede decir lo que se le antoja.
Yo sé que ustedes no tienen ese
privilegio (pero estoy seguro de que algún día lo alcanzarán, inshalla).
Yo sé que ustedes están hartos de
ser mantenidos como rehenes por ese demonio, esa terrible bestia, que está en
Gaza, pero también está en Irak, en Afganistán y en todas partes.
¡Pero ustedes son un pueblo
destinado a florecer en paz! ¡Su majestuosa historia ofrece abundantes
testimonios de creatividad en la literatura, la ciencia, la música!
A veces los veo en las calles,
haciendo manifestaciones de apoyo a los monstruos, gritando muerte a los
judíos, muerte a Israel.
Pero yo no les creo.
¡Sé dónde está vuestro corazón!
Está donde está el mío, con mis
hijos, con la tierra, con el cielo, con la música, con la esperanza.
Yo sé que en el fondo de vuestros
corazones ustedes desean la derrota de la bestia llamada Hamas que los ha
aterrorizado y asesinado, que ha convertido a Gaza en un estercolero de
pobreza, enfermedad y miseria, y los ha sacrificado en su sangrienta locura de
orgullo y codicia.
Mis hermanos, lloro por ustedes y
también por nosotros.
Lloro por mis compatriotas que
sufren por las bombas de ETA arrojadas en todas partes.
Lloro por los soldados secuestrados
y muertos, por las familias enlutadas, por la inocencia perdida para siempre.
Pero lloro especialmente por
ustedes porque conozco vuestro sufrimiento.
Sólo espero que Israel pueda
hacer la tarea que debe ser hecha y finalmente logre librarlos de este cáncer
de fanatismo llamado Hamás.
Y espero que un resto de
compasión aún exista en sus corazones para que dejen de usarlos a ustedes y sus
hijos como escudos humanos.
Y quizás tengan una oportunidad
de caminar despacio el uno hacia el otro y daros tímidamente las manos, miraos
en los ojos llenos de lágrimas y deciros con voz ahogada: "Shalom, Salam.
Ya basta. Ya basta, hermano mío".
¿Quieres un café? Quédate un
poco, hablemos, conocemos las palabras y las canciones y sabemos cuál es el
camino.
Shalom. Salam. Con un corazón quebrado que aún añora
el amor.
Vuestro amigo, J.M.Serrat
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