Jornada Mundial contra el Trabajo Infantil

¿Qué es el Día mundial contra el trabajo infantil? La Organización Internacional del Trabajo (OIT) lanzó el Día mundial contra el trabajo infantil en 2002 para centrar la atención del mundo entero en el trabajo infantil, y en las medidas y esfuerzos necesarios para eliminarlo. Todos los años, el 12 de junio, el Día mundial reúne a los gobiernos, las organizaciones de empleadores y de trabajadores, la sociedad civil, así como a millones de personas de todo el mundo con el fin de poner en primer plano el flagelo de los niños que trabajan y lo que se puede hacer para ayudarlos. ¿Por qué el tema de este año es “ATENCIÓN: niños en trabajos peligrosos”? Los Estados Miembros de la OIT han establecido la meta de eliminar las peores formas de trabajo infantil para 2016. En mayo de 2010, los representantes de unos 80 países asistieron a la Conferencia mundial sobre trabajo infantil de La Haya, Holanda, donde se adoptó la Hoja de Ruta para lograr la eliminación de las peores formas de trabajo infantil para 2016. Según el Informe mundial de la Organización Internacional del Trabajo Intensificar la lucha contra el trabajo infantil, presentado en La Haya, entre los años 2000 y 2008 la tasa de trabajo infantil se ha reducido poco más del 7% en América Latina y el Caribe. En la región, diez millones de niñas, niños y adolescentes de entre 5 y 14 años trabajaban en 2008 (el 9% de la población en ese rango de edad). ¿Cuáles son los pasos fundamentales en la lucha contra el trabajo infantil? La causa fundamental del trabajo infantil es la pobreza. La subsistencia de muchas familias pobres a menudo depende de los ingresos de los niños. Además, la familia puede que no tenga suficiente dinero para sufragar los costos de la educación, por lo tanto los niños deben trabajar. Los países que tienen una reducción significativa del trabajo infantil también han encarado la pobreza de una forma decisiva. Existen tres esferas en las cuales las acciones del gobierno pueden ser de vital importancia: Ejecutar programas para abordar la pobreza de las familias y ayudar a los niños. Por ejemplo, los programas de transferencias en efectivo y los programas de alimentación escolar favorecen el acceso a la educación y disminuyen el trabajo infantil. Garantizar un trabajo decente a los adultos. Estos es esencial. Si los adultos tiene un trabajo decente, es mucho más probable que sus hijos no caigan en el trabajo infantil. Asegurarse que los niños por debajo de la edad mínima de admisión al empleo reciban una educación de calidad. ¿Cuántos niños en edad escolar no asisten a la escuela? Según las más recientes estimaciones de la UNESCO, 72 millones de niños en edad de educación primaria (de los cuales más de la mitad son niñas) y 71 millones de niños en edad del primer ciclo de educación secundaria no están matriculados en la escuela. Muchos niños que están matriculados en realidad no asisten a la escuela regularmente, de modo que el número real de niños “no escolarizados” probablemente sea mucho más alto. Muchos países no cuentan con suficientes recursos para la educación. Sencillamente no hay suficientes escuelas y maestros con la formación necesaria. ¿Pueden permitirse los países pobres luchar contra el trabajo infantil? Muchos países con altas tasas de trabajo infantil consagran relativamente pocos recursos a la educación. Se debe conceder mayor prioridad a la educación al establecer las asignaciones presupuestarias. La OIT ha examinado los costos y beneficios derivados de la lucha contra el trabajo infantil y de sustituirlo por la educación. Según sus estimaciones, los beneficios superan los costos en una proporción de casi 7 a 1. Invertir en la educación es esencial para el desarrollo social y económico del país. ¿De qué forma está la OIT ayudando a los niños trabajadores del mundo entero? La OIT está colaborando con los gobiernos y los interlocutores sociales con el fin de elaborar marcos jurídicos acordes con los Convenios de la OIT sobre trabajo infantil, y fortalecer la capacidad nacional para luchar contra el trabajo infantil. La OIT también trabaja a nivel local prestando ayuda a los niños trabajadores y a las comunidades. Esta labor implica dar apoyo a los interlocutores que buscan proteger a los niños contra el trabajo infantil y desarrollar estrategias para evitar que los niños empiecen a trabajar, y se presta especial atención a la situación de las niñas. Los programas de la OIT ayudan a los niños pobres a tener acceso a la educación y, en el caso de los niños mayores, les proporciona formación profesional. El objetivo es dar a los niños la posibilidad de un futuro más esperanzador.