LEEMOS:
Venían del cerro donde Jesús Resucitado se despide de ellos y les da instrucciones para su misión.
Vuelve a aparecer la madre de Jesús y sus hermanos. Madre de Jesús que agranda su familia e incorpora a los discípulos como sus hijos.
Pensamos: Madre que sigue no sólo buscando, sino ahora acompañando a los que su hijo dejó como seguidores de su obra.
- Madre que se comprometió y asumió como propio lo que había empezado su hijo. Ya había superado esos momentos de desconfianza o de no entender en que andaba su hijo. Había entendido totalmente el plan de Dios y se mete de lleno como madre de los apóstoles de su Hijo.
- Hay muchas madres que a veces tienen que criar a sus nietos. Por varias causas y razones: muertes, abandonos, separaciones, etc. Y no puede quedar ahí, a la deriva, esa obra recién comenzada. Esos chicos que ya tienen nombre y sonrisas y llantos. Y que son uno, o dos, o tres.
- Son los nietos que prolongan y continúan la vida de los hijos. Y los asumen como a sus propios hijos. Se hacen madres por el corazón.
- Que todas las madres que vivan esta situación que puedan verla así. No como algo que viene de afuera a complicar la vida familiar, sino como una forma de crecer el núcleo familiar integrando a los que llegan. Y que llegan golpeados, sufridos.
ORACIÓN:
Madre de los comienzos: que todo pueda volver a ser como los primeros pasos de la obra de tu Hijo. Que podamos vivir en sencillez y unidos en una sola familia. Que vos nos ayudes a entendernos entre nosotros.
Pues siempre que se trabaja y se vive con otros, hay problemas; cuesta.
Que estés, María, presente en muchas madres que deben retomar la crianza de los hijos de los hijos; o sobrinos, sobrinos nietos, etc. Que tengan fuerzas para que esos chicos abandonados no queden a la buena de Dios andando por ahí en cualquier cosa.
Que no queden huérfanos y desamparados. Pues ya sabemos cuales serán lasconsecuencias.
María asumió la causa de su Hijo en sus comienzos; cuando más presencia se necesita y más difícil es todo. Por eso te pedimos en especial, que acompañes y alientes a quienes deben asumir la crianza y continuación de vidas que quedaron sin protección.
De vidas que están creciendo de a poco. Como fue la situación que vos viviste en los comienzos de lo que hoy llamamos la Iglesia.
Comprometernos con nuestra iglesia. Que se parezca a los inicios. Que sea más artesanal, más de entrecasa, más familiar.
Y esto empieza por las capillas, las parroquias de barrio. Que tengamos trato de vecinos, de amigos en las actividades de la comunidad. En el cate-cismo, los bautismos, comedores, ferias de ropa, etc.
Que se vea una presencia maternal de María por la forma en que obramos.
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