NOVENA A LA MADRE DE JESÚS….
Que la oración de estos días nos ayude encontrar un acercamiento a la madre de Jesús; un acercamiento que sea vivido. Que lo podamos sentir como algo que nos está pasando ahora, en estos momentos de nuestra vida. En estas etapas de nuestra vida. En nuestras familias, vecinos; en nuestros barrios, trabajos, escuelas. Con nuestros hijos, marido o mujer, abuelos. En situaciones que podemos vivir todos los días. En las comunidades o grupos que integro; donde hago algo, participo.
Que veamos las situaciones por las que pasó María (así vamos a llamarla a la Virgen María, a la Madre de Jesús, a nuestra madre; simplemente: María.) Ejercitando la comprensión aquella acción que es, entender, ponernos en el lugar, darnos cuenta de la situación que vivió María; sentirla desde adentro de ella.
Este sentirnos comprendidos y acompañados nos lleva a la acción, a la misión, que no es otra cosa que asumir (hacer mía; hacer nuestra la tarea de Jesús) y a la que estamos fuertemente llamados, no en soledad o en nuestro pequeño grupito o familias, sino para alcanzar a todos los seres humanos para hacer juntos, la gran y única familia humana, redimida y adquirida por el gran amor de Cristo en el corazón de La Madre.
Terminamos cada día de nuestra novena haciendo, realizando (que significa hacer real, cierto, que se vea, que se note) lo que hemos decidido en nuestro compromiso.
Honrar a Dios, honrar a María. Dar la mayor gloria de Dios al mundo, decía un santo, es que los hombres sean felices y se salven. Es un Dios para nosotros.
"…Lo de Jesús, fue así. Su madre, María estaba comprometida con José. Pero antes de que vivieran juntos quedó esperando un hijo por obra del Espíritu Santo.José, su esposo que era justo y no quería denunciarla, decidió abandonarla en secreto..... pero el ángel le dijo: No temas aceptarla a María como tu esposa, pues el hijo que viene es del Espíritu Santo…"
No vivían juntos todavía, pero José iba todas las tardes a tomar unos mates, a hablar y estar con ella, a conocerla, a intimar sus pensamientos sueños y deseos. Y cómo todos los seres que s encuentran y deciden caminar la vida juntos…. José, la quería.
Los dos sabían que entre ellos no había pasado nada. Tenían miedo de preguntar de hablar, de dialogar; ¡vaya uno a saber que había pasado!
Y las pocas veces que lo hacía, veía que la miraban y se ponían a charlar despacito, con esa terrible lengua chismosa de nuestros barrios.
María sufría esta incomprensión de José y de la familia y vecinos.· Se sentía sola y humillada. Despreciada.
Se iba preparando en su interior para afrontar su maternidad así, sola y sin compañero. Y con la frente alta, pese a todo. Con dignidad. Mientras tanto rezaba, esperaba, amaba Esta misma situación es la que viven muchas mujeres y chicas en nuestros barrios. madres solas, madres solteras. Muchas veces abusadas, casi violadas. Engañadas. A veces echadas de sus casas, sin plata ni trabajo, yendo a parar a cualquier lado sin protección, sin seguridad, sin palabras que acaricien su sueño como acariciaron su cuerpo. Porque del árbol caído muchos hacen leña. Muchos aprovechan.
Heridas por "el que dirán" hipócrita de la chusma vecinal o familiar. Y justo en el momento en que más cariño y contención necesita. La apartan como a perro sarnoso. Estos hijos no vienen del Espíritu Santo; vienen de muchachos y de hombres que una vez que comieron y gustaron, se van y ¡si te he visto, no me acuerdo! ¡Ella se lo buscó! ¡Andá a cantarle a Gardel!
ORAMOS:
¡Lo que pasó, pasó! ¡Y lo que viene, que venga! No están solas ! María está con ellas. María que también vivió esta situación. Por eso: ¡nadie mejor que ella para que las cobije, las contenga, las haga fuertes! Y además, con dignidad. No sentirse menos que nadie, ni mal miradas. Que vivan con alegría ese momento. Que se den cuenta que lo más importante no es lo que pasó, sino lo que viene. El hijo, SU HIJO.
Y que el pasado no oscurezca el futuro. Que no fue una desgracia lo ocurrido, sino una presencia de Dios, porque es una presencia de la vida. No sabemos si Dios y María quisieron las situaciones como ocurrieron; pero una vez que ocurrió, ni Dios ni María, miran para otro lado. Se hacen cargo.Y ahora María, así te sentimos más Madre que nunca, acompañando estas madres solas, solteras, mal miradas, mal amadas.
Y que sea así; y que así sea. Amén.
COMPROMISO:
La mujer o la joven que está sola esperando su hijo están en el momento en que más cariño, comprensión, compañía y amor necesitan.
Esta debe ser entonces nuestra reacción en estas situaciones, compañía y comprensión.
· No juzgar, no condenar, no marginar. Todavía más: admirar el valor de encarar y afrontar el futuro de estas madres.· Y también valorar, alentar a tantas madres solas que crían, educan sus hijos, trabajando y en la pobreza. Y que ya no son una o dos, sino muchas y cada vez más.
1 comentario :
Claudio, hermano, quiera Dios que con María llevemos la alegría y la esperanza del Resucitado a tantos hermanos nuestros crucificados a diario.
Una Feliz Pascua plena en El que Vive.
Un abrazo grande en Cristo y María.
Paz y Bien
Ricardo
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