2 de noviembre de 2009

Atención....

En el listado de links interesantes de nuestro blog, tenemos el grato placer de incorporar uno llamado Hogar de Cristo que es el que llevan adelante los curas que trabajan por los jovenes en las villas de Bs. As.
Los invito a visitarlo a rezar y ayudar como podamos a estos verdaderos titanes de la caridad.-
CARTA ABIERTA DE UN ADICTO A SU FAMILIA
Soy un a d i c t o y n e c e s i t o ayuda
No permitan que les mienta. Si aceptan que huya de la verdad me animan a mentir.
La verdad puede ser dolorosa, pero traten de comprenderla.
No dejen que sea más vivo que ustedes, pues sólo me haría eludir responsabilidades, y al mismo tiempo perderles el respeto. No acepten mis promesas. La naturaleza de mi enfermedad me impide cumplirlas, aunque tenga intenciones de hacerlo en ese momento.
Hacer promesas es la única forma que tengo de posponer el dolor.
Y no cambien los acuerdos: si hemos acordado algo, cúmplanlo.
No permitan que me aproveche de ustedes.
Ni que me imponga: si lo hacen se convierten en cómplices para evadirme de mis responsabilidades.
No me reten ni me den lecciones de moral, no me regañen ni me alaben, no me hagan reproches ni discutan conmigo, cuando esté drogado o sobrio.
Si quiero hablar solo escúchenme con paciencia, aunque diga barbaridades. No cuenten mis cosas, quizás esto les haga sentirse mejor, pero hará que la situación empeore.
Recuerden que no se administrar bien mis bienes: dinero, ropa, artefactos electrónicos… es posible que termine usándolos para consumir.
No se enojen conmigo. Esto los destruirá y también destruirá cualquier posibilidad de ayudarme. No permitan que la angustia que sienten por mi les obligue a hacer lo que debería hacer por mi mismo.
No encubran ni intenten evitarme las consecuencias de mi enfermedad. Esto puede reducir la crisis, pero hará que la enfermedad empeore.
Ante todo, no huyan de la realidad como lo hago yo. La enfermedad que padezco empeora mientras siga consumiendo.
Comiencen ahora a aprender, a comprender y a forjar un plan de recuperación.
Sepan que en el “Hogar de Cristo” pueden encontrar ayuda los jóvenes adictos de nuestro Barrio (Villa 21, 24 y Zavaleta).
Necesito ayuda de Ustedes, de la Comunidad y de Profesionales.
Necesito la ayuda de Dios.
Yo solo no puedo ayudarme y aunque me aborrezco, a ustedes los quiero.

Por favor ayúdenme.

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