(ZENIT.org).- En un momento en qué abundan espiritualidades que buscan la felicidad a través de técnicas orientales no cristianas, reaparece con fuerza la figura de Isabel de
Zenit ha entrevistado al carmelita Francisco Javier Sancho Fermín, director del Centro Internacional Teresiano Sanjuanista de Ávila, coautor con Rómulo Cuartas de «Cien fichas sobre sor Isabel de
La beata Isabel de
- ¿Por qué es tan importante Isabel de
- Sancho Fermín: Si algo tendría que destacar de esta joven carmelita que murió en
- ¿Qué es para esta beata la inhabitación en
- Sancho Fermín: Desde ese descubrirse habitada en su interior Isabel ahonda en el misterio trinitario que descubre dentro de sí. Se ve sumergida en el amor y en la vida de
- La madre de Isabel se oponía a su ingreso en el Carmelo. ¿Este disgusto materno hacia la vida religiosa de las hijas es una similitud con otra gran carmelita descalza, Edith Stein?
- Sancho Fermín: Si nos fijamos exclusivamente en la actitud externa podría parecer así. Pero de hecho se da una diferencia de fondo. La actitud de la madre de Edith Stein se debe fundamentalmente a que ella es judía, y a la situación del nazismo. Le resulta muy difícil poder entender que su hija opte por un estilo de vida que suponía que ya no volvería nunca a la casa materna. El caso de la madre de Isabel es fruto de un apego emocional y afectivo exagerado por parte de la madre, que no quería perder el control sobre su hija, y le resultaba muy duro darle esa libertad.
- Sancho Fermín: Con todos los medios que estaban al alcance de una carmelita: en los encuentros en el locutorio, en la correspondencia, pero fundamentalmente en la oración. Para Isabel la oración era el lugar de encuentro con toda la humanidad. Ella descubre que sumergida en Dios desaparece el espacio y el tiempo, y eso posibilita el poder entrar en comunión con todos, los cercanos y lejanos.
- Isabel recordaba que la felicidad está en el interior. Hay mucha gente que busca en espiritualidades orientales esta noción cristiana. ¿Qué les puede decir Isabel?
- Sancho Fermín: Cuando algo no se conoce se busca donde sea... Ya Teresa de Jesús evidenciaba la gran ignorancia respecto a la vida interior del hombre. Isabel lo constata, y por eso su interés se centra en convencer a todos de que la felicidad no hay que buscarla fuera, que dentro de nosotros la llevamos. Sólo tenemos que abrirnos a ese paraíso interior de nosotros mismos donde nos descubrimos habitados e ínfinitamente amados. ¿Qué más se puede desear?
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