26 de octubre de 2008

Hermanito de todos y ...

... presencia silenciosa en el desierto, en medio del Islam. Adorando a Dios; contemplativo en el silencio; viviendo el evangelio: Dando la vida enamorado por Cristo, siendo otro Cristo para los demás.
"toda nuestra vida, por muda que sea, la vida de Nazareth, la vida del desierto, como la vida pública, deber ser una predicación del evangelio con el ejemplo; toda nuestra existencia, todo nuestro ser, debe gritar el evangelio sobre los tejados; toda nuestra persona debe respirar a Jesús, todos nuestros actos, toda nuestra vida deben gritar que nosotros somos de Jesús, deben presentar la imagen de la vida evangélica; todo nuestro ser debe ser una predicación viva, un reflejo de Jesús, un perfume de Jesús, algo que grita a Jesús, que haga ver a Jesús, que brille como una imagen de Jesús"